Ziryab el cantante estrella de Al-Andalus

En el año 789 nació en Irak Abu-I-Hasan, más conocido como Ziryab, un músico que llegó a hacerse tan famoso que la envidia que suscitó le obligó a huir de su tierra. En el 822 llegó a al-Ándalus con su familia, contratado por al-Hakam I, convirtiéndose en el ídolo de la época en Córdoba, donde vivió hasta su muerte en el 857. Además de excelente músico y cantante, era un hombre de gustos refinados y pronto se convirtió en la referencia de la moda y la elegancia. Él popularizó los vasos de cristal tallado en lugar del mental, las sedas exóticas, los vestidos blancos en verano y los de colores en primavera. También introdujo muchas recetas de cocina orientales y fundó un instituto de belleza en Córdoba, donde se ensañaba peluquería, depilación y otros cuidados del cuerpo. En el aspecto musical, introdujo la quinta cuerda del laúd, creó un conservatorio y desarrolló nuevos métodos de enseñanza del canto.

Normas de Convivencia en las Ciudades Andalusíes

"...Se impedirá a las gentes que tiren basura, animales muertos y cosas parecidas a las calles, pues ello ocasiona inconveninte a las viviendas particulares. Lo mismo por lo que se refiere a los desperdicios, que engendran suciedad, sobre todo, cuando llueve. La gente deberá llevarse todo ello fuera de la ciudad. ...se impedirá a la gente que tire las basuras y las cosas sucias a sus patios..."

Ibn Abd al-Rauf, Historia de Andalucía. Planeta, vol.I, pág.343.

Contrato de boda Andalusí

"... Después Alí ibn Musa da en matrimonio a su hija Fátima, al joven jeque Abu Isnaq Ibrahim mediante un pago de seiscientos dinares por cuenta de los cuales el padre de la cónyuge recibe trescientos setenta y cinco, librando al cónyuge Ibrahim carta de pago por su importe y aceptando el aplazamiento de la entrega del resto de la cantidad estipulada, que asciende a doscientos veinticinco dinares, hasta el término de dos años"

(documento arábigo-granadino)

Capitulación de Teodomiro ("Tudmir")

En el nombre de Allah clemente y misericordioso. Escrito dirigido por Abd al-Aziz ibn Musa ibn Nusayr a Tudmir ibn Abdush (nombre árabe dado al noble Teodomiro).

Este último obtiene la paz y recibe el compromiso, bajo la garantía de Allah y la de su profeta, de que no será alterada su situación ni la de los suyos; de que sus derechos de soberanía no le serán discutidos; de que sus súbditos no serán asesinados, ni reducidos a cautividad, ni separados de sus mujeres e hijos, de que no serán estorbados en el ejercicio de su religión; y de que sus iglesias no serán incendiadas ni despojadas de los objetos de culto que en ellas existen; todo ello mientras cumpla las cargas que le imponemos. Le es concedida la paz mediante estas condiciones que regirán en las siete ciudades siguientes: Orihuela, Baltana, Alicante, Mula, Elche, Lorca e Iyyith. Además no deberá dar asilo a nadie que huya de nosotros, o que sea nuestro enemigo; ni hacer daño a quien goce de nuestra amnistía; ni mantener ocultas las noticias relativas a los enemigos que lleguen a su conocimiento. Él y sus súbditos deberán pagar al año un tributo personal consistente en un dinar en metálico, cuatro almudes de trigo y cuatro de cebada, cuatro medidas de mosto, cuatro de vinagre, dos de miel y dos de aceite. Esta tasa quedará reducida a la unidad para los esclavos. Lo cual firmaron como testigos Uthman ben Abi Abda al-Quraixí y Habib ben Abi Ubaida al-Fihrí y Abd Allah ben Maisara al Fahtimí y Abu-l-Oasim al-Udhailí. Escrito a cuatro de rachab del año 94 de la Héjira.

Ed. E. LÉVI-PROVENÇAL: España musulmana, «Historia de España», IV. Madrid 1950, pág. 21, y CLAUDIO SÁNCHEZ ALBORNOZ, La España musulmana, 1. -Buenos Aires 1960. - Págs. 42-43.

Fragmento citado en "Textos comentados de época medieval (siglo V al XII), Barcelona, Teide, 1982, páginas 292.-293".

Texto de LLegada de Musulmanes

Al saber el Rey de España la nueva de la correría de Tarif, consideró el asunto como cosa grave. Estaba ausente de la corte, combatiendo en Pamplona, y desde allí se dirigió hacia el mediodía, cuando ya Tárik había entrado, habiendo reunido contra éste un ejército de cien mil hombres o cosa semejante, según cuenta. Apenas llegó esto a noticia de Tárik, escribió a Muça, pidiéndole más tropas y dándole parte de que se había hecho dueño de Algeciras y del lago, pero que el Rey de España venía contra él con un ejército que no podía contrarrestar. Muça, que desde la partida de Tárik había mandado construir barcos y tenía ya muchos, le mandó con ellos 5.000 hombres, de suerte que el ejército acaudillado por Tárik llegó a 12.000. Había ya cautivado muchos e importantes personajes, y con ellos estaba Julián, acompañado de bastante gente del país, la cual les indicaba los puntos indefensos y servía para el espionaje.

Ajbar Machmua (Colección de tradiciones). Crónica anónima del siglo XI, dada a la luz por primera vez, traducida y anotada por Emilio Lafuente y Alcántara. Madrid, 1867, página 21. Fragmento publicado por J.A. García de Cortazar en Nueva Historia de España en sus Textos, Edad Media, Santiago de Compostela, Editorial Pico Sacro, 1975, página 136-137.

Significado de Benizar - بيني سار

Desde siempre ha existido una creencia popular de los pueblos que hay una relación mística entre el nombre del lugar con lo que significa.

Los nombres de lugares o topónimos, pueden tener su origen en nombres propios de personas, incluso de apellidos, reflejar algún aspecto de la historia de la época, o aludir a actividades humanas, su origen puede estar también en algún aspecto geográfico o físico del lugar que designan, incluso para señalar el lugar de procedencia de la población que habitaba el lugar.

Todo el Levante y parte oriental de la peninsula, aparece sembrado de pueblos y ciudades cuyos nombres actuales llevan como sello de su origen arábigo los prefijos Aben, ben (hijo de…), abu, bu (padre),beni, bini (descendientes) seguidos de un nombre propio de persona." Algunos de los nombres de esos pueblos son híbridos, como Benimaurell que junta el arabismo Beni con el diminutivo romance de maurus, moro. También se encuentran algunas partidas, vestigios de alquerías musulmanas despobladas tras la expulsión, que incluyen en sus nombres apodos personales: Benarrosa "el de la novia", Benasán "el herborista”

“Benizar” es un topónimo de origen árabe, construido con el prefijo “Ben” que aparece frecuentemente en la toponímia hispánica de origen árabe, y que como en este caso suele ir acompañado de un nombre propio, o un adjetivo en grado superlativo “Izar” o Aysar.

Ben(سار): Hijo (de...) 'ibn (pl). banî.

Izar(بيني): derivaria de aysar (al- ---)Elativo ("más afortunado") que se refleja como nombre, vgr., en MCR Alaiçar; HG Alaiç/zar, Alayç/zar, el Aizar; toponimia: Lasçar, Abeneyzar.

Así obtenemos el topónimo original árabe de Abeneyçar o Abeneyzar que como hemos visto significa "Hijo más Afortunado" o "Hijo del más Afortunado", por otra parte existen documentos oficiales de la época que nombran Abeneyçar y Abeneyzor refiriendose al actual Benizar como veremos más adelante, que refrendan la tesis de que Abeneyzar o Abenyzor fué el nombre original del actual Benizar, donde en la transcripción latina, la última -a deriva a -o.

El ilustre Arabista Elías Terés en su trabajo Antroponímia Hispanoárabe (Reflejada por las fuentes latino-romances)ob.1983 nos explica que el sustantivo ("hijo de") es, constituyente constante de la estructura onomástica árabe, al enlazar los distintos componentes de las genealogías más o menos largas con que aparecen los nombres propios en dicho sistema, abreviadas a veces, cuando uno de sus segmentos ha adquirido notoriedad como nombre de una determinada familia. En la documentación hispánica no sólo están atestiguadas las formas sglr. y pl. del encabezamiento de este articulo, como más próximas a las clásicas, sino también otras, en algún caso típicamente hispánicas, en otros comunes en neoárabe, que pueden no ser menos antiguas, sino reflejar dialectos del áa., cuyas formas no fueron acogidas por la gramática clásica; hay además, algunas deformaciones que conviene tener en cuenta. En total, las variantes pueden agruparse del modo siguiente:

a) Ibn var. con vocal disyuntiva o de apoyo y reflejos romances ajustados ala propia percepción fonética: ibne, iben, eón, eben, imn

b) ábn: forma hár. Típica con el tratamiento normal en este haz dialectal de la vocal prostética, con var. Expectables con vocal disyuntiva (b)aben y subvariantes de ajuste romance am/n

c) abín: var. de origen discutible, que aparece en las zonas orientales de la península, Abinaamet, Abimcenar, Abin Alhannat, Abin Xarif, Abingafar, Abindina, Abubecar Abin Fraucat, Abinçefon;...; toponimia: Avincud, Avinefar, Avinferruz, Avimbodí, Avinselo, Avingaña.

d) var. con aféresis: ab[á]n ban y bin: Benamud, Benalaz, Torrevencelá y decenas más, distribuidos por toda la geografía hispánica, pero que a menudo enmascaran un beni original. A falta de documentación árabe, es generalmente imposible determinar cuando la forma original era un sglr. o un pl., siendo frecuentes los casos de doble grafía, como Beni/atandus, Ben(i)safrim, Ben(i)alcale, etc.. La eliminación de /i/, distintiva del pl. puede ser romance.

e) deformaciones romances: aunque este carácter no siempre es seguro, como hemos señalado para las formas sin /n/ final, determinados reflejos han de atribuirse a adaptaciones a la fonología romance o a determinados factores sociolingüísticos, vgr. alb en Aluerrazim ( luego Albarracín)

f) reflejos del pl.: beni [Acerca de los topónimos que comienzan con este elemento:
son abundantísinos en la toponimia peninsular y balear (vgr., Beniaján, Benialfaqui, Beniaya, Benicasim, Beniciclí, Benisanet, Beniduramas, etc.)teniendo algunas variantes como los ben(a)-, señalados en el apartado d), y los Bini de la toponímia oriental, aveces reducidos a B/Vin- y a algún B/Vani- de la zona Occidental como Vanimila.

Así, encontramos varios compuestos con la característica base árabe ben- o beni- ‘hijos de, los de...’ que introduce nombres de familia árabe, como Benicasim (Benicàssim) o Benifayó (Benifaió) No obstante, no nos podemos fiar, ya que por la acción de la analogía, de una simple asociación, o por adaptación fonética árabe, algunos nombres de lugar de distinto origen han adoptado esa misma base inicial, de modo que hoy los podríamos tomar fácilmente por arábigos sin serlo; en efecto, Benidorm y Benicarló no se remontan al árabe beni-, sino al lat. pinna ‘peña’, y pertenecen originariamente a un estrato de lengua anterior.

Desde el punto de vista histórico Antonio Vicente Frey Sanchez en el Estudio y Prospección del castillo de Benizar y su entorno, señala que el topónimo pone de relieve un gentilicio que o bien podría haber tenido alguna relación con los árabes Ban Asar llegados en los primeros decenios de la invasión e islamización. Cabe la posibilidad, si se sigue con riguroso criterio los resultados de la prospección en que se han datado los restos de cultura material entre los Siglos XII y XIV, de que se tratara de algún tipo de asentamiento consecuente con la pacificación y estabilización del territorio por los Almohades.

Sirios, árabes y beréberes formaron una etnia privilegiada que tenía sometida y explotada al resto de la población. El establecimiento de esta clase dirigente se hizo según criterios tribales, como lo muestra la propia toponimia clánica de los Beni . Formaron un contingente militar que tenía al grupo étnico como base. Las guerras civiles entre ellos para disputarse el poder fueron continuas. Como dice Chelhod "la tribu toma conciencia de sí misma en tanto que individualidad, como resultado de una sorda rivalidad con otros grupos".

En el documento de confirmación del infante Don Alfonso, hijo del Santo Rey Fernando III, el 5 de Julio de 1243, se confirma la cesión a la Orden de Santiago, las villas y castillos con todas sus aldeas y caseríos, donde aparecen claramente determinados los Castillos de Muratalla, Socobos, Buey Corto, Gutta, Letur, Priego, Feriz, Abeiuela, Litur, Aznar, Abeneyzor... etc. siendo Abeneyzor el actual Benizar.

En este texto que emite el Hijo del Rey, se nombra directamente Abeneyzor refiriendose a Benizar su castillo y población de carácter mudejar, lo que da consistencia a la hipótesis de que el topónimo Abeneysar transcrito al romance latino se viera alterado como Abeneyzor.

En la actualidad curiosamente encontramos una población a orillas del Rio Nilo en Egipto con un topónimo exactamente igual a Benizar, con variaciones del prefijo Beni- por Bani- que como hemos visto anteriormente en el análisis de los prefijos coinciden en el estudio del profesor Elias Terés. En este caso el Topónimo va separado y la palabra Zar está transcrita a escritura Occidental con Mayúscula: Benī Zār, Banī Zār.

La Población egipcia de Beni Zar se encuentra en la región de Muhafazat Suhaj.