Como vestian los Españoles Andalusís. Velos faciales de una Dama Andalusí

Los siguientes dibujos muestran cómo se habría dispuesto el velo de una dama mora española de clase alta.
La primera figura muestra la lifafa atada sobre el cabello.
En la segunda imagen una miqn’a cubre la cabeza, se lleva bajo la barbilla y de nuevo sobre la cabeza. La lifafa ayuda a anclarlo en su lugar.

La ‘isaba (figura 3), por su parte, sirve para mantener la miqn’a en su sitio.
La figura 4 muestra el velo facial en su lugar con el conjunto, probablemente se pondría en realidad antes que el miqn’a y se uniría a la lifafa detrás de la cabeza mediante un alfiler.
Glosario:
‘isaba: lazo estrecho con cierre, o una tira de tela adornada que mantiene el miqna’a de una mujer en su sitio 
miqna‘a: velo de mujer, que cubría el pelo, y con puntas colgando hacia el pecho
lifafa: la capa inferior del velo de una mujer

“Más feo que Picio”


Apellido de Francisco Picio, zapatero nacido en la localidad española de Alhendín (Granada). Por razones desconocidas fue condenado a muerte y ya en la capilla recibió la noticia del indulto. Tal fue su reacción que se le cayeron el pelo, las cejas y las pestañas, y, por si eso era poco, le salieron una serie de tumores por la cara que lo dejaron plenamente deformado, pasando a ser el modelo de fealdad más horrorosa. Dicho suceso ocasionó la frase adverbial "ser más feo que Picio" señaladora de una fealdad extrema. Huyó a Lanjarón, cuando paseaba por el pueblo lo hacía siempre con un pañuelo que pudiera taparle la cara, pero la crueldad de la gente, o quizás de la Iglesia, hizo que le echaran del pueblo ya que no se atrevía a ir a misa, por no quitarse el pañuelo que cubría su calva. Al poco tiempo de trasladarse a Granada murió.

Cuenta la leyenda que el párroco que la dio la extremaunción lo tuvo que hacer mediante una larga caña a causa del terror que le causaba la fealdad de este pobre hombre.

Cuando se empezó a usar "OK"


OKey actualmente significa lo mismo en todo los idiomas, pero de donde viene?.
Las siglas de “todo bien” en inglés serían AC(all correct), solo en griego coinciden con las siglas OK = Ολα Καλα = “oll Correct” = Todos Bien.
Inicialmente se usó durante la Guerra de Secesión, entre el norte y el sur de los Estados Unidos. Las fachadas de los cuarteles sin tener ninguna baja ponían un gran cero con una “K” para indicar cero killed OK (cero muertos=todo bien).

Hay quien asegura que en el puerto de Nueva York  un griego procedía a elaborar la documentación aduanera a la línea naviera que las embarcaba. Una vez que las mercancías estaban a bordo, se expedía el conocimiento de embarque verificando los datos y realizando un recuento. Este solía poner en los bultos: OD carga en cubierta (on deck) o bien sobre cubierta por cuenta y riesgo del embarcador ODSR(on deck at shipper's risk).
Y si todo el resto era normal y estaba bién ponía un OK como siglas de las palabras griegas Ολα Καλα = Oll Korrect (all correct) = Todos Bien.

Los seguidores del boxeo también se atribuyen su uso y origen al decir OK como antónimo de KO. Es decir, uno podía quedar KO (knock out: noqueado, tocado) en un combate o, quedar OK (si no quedaba KO).

Varios artículos aparecidos en 1839 en el periódico Boston Post en los que para llamar la atención se escribía erróneamente  OK como abreviatura de “all correct” que se pronuncia "oll korrect", en lugar de usar las letras AC, que podrían confundirse con alternating current (corriente alterna), las personas decían OK, de oll korrect, jerga con el mismo significado.  

Un año más tarde en la campaña presidencial de 1840, la sigla se usó como slogan y terminó conocida en todo el país.

“Por los cerros de Úbeda”

En el año1233 una acción concertada de las órdenes de Santiago y Calatrava, llevan a cabo la conquista de Úbeda, despues de medio año de asedio.

Cuando las tropas del rey Fernando III "el santo", rey de Castilla y León, estaban a punto de atacar Úbeda a los musulmanes (ciudad cerca de Baeza, en la provincia de Jaén), uno de los hidalgos aliados suyos que iba a ayudarle con sus huestes a tomar la ciudad desapareció antes de que empezase la lucha, éste, con pocas ganas de guerra, reapareció  justamente después de la conquista. Cuando le preguntaron que dónde se había metido durante toda la batalla él alegó que se había perdido por los cerros de Úbeda y desde entonces dicha frase se asoció primero a la cobardía, o cuando alguien intenta evitar responder una pregunta directa hablando sobre otra cosa no relacionada.

Empezar hablando de una cosa y terminar hablando de otras muy distintas sin llegar a saber muy bien cómo se ha llegado a ese punto

No hay tu tía

“No hay tutía" en tiempos de Cervantes se utilizaba este término con el significado de remedio o medicina


El término tutía procede el árabe tutiya, que significa sulfato de cobre. Se trata de un remedio utilizado en la medicina antigua, el hollín que resultaba de la fundición y purificación del cobre (hecho a base del óxido de cinc) era procesado para transformarlo en ungüento, que era llamado -según el lugar de procedencia y del elemento del que derivaba- tutía, atutia o atutía y parece que era muy citado popularmente en la época, al que le atribuían excepcionales virtudes curativas para determinadas enfermedades de la vista.


De esta manera, en tiempos de Cervantes se utilizaba este término con el significado de remedio o medicina. No haber tutía es, pues, no haber más remedio, carecerse de solución para un problema.
Fue tal el prestigio y popularidad del ungüento que el lenguaje popular, basándose en ello, terminó por mantener la frase "no hay más tutía", que luego derivaría "no hay tu tía" deformando la palabra tutía en tu-tía por desconocimiento e ignorancia de su sentido original, para dar a entender que algo, por su dificultad era imposible de resolver o curar.
Esta expresión la utilizamos cuando nos damos por vencidos en situaciones que no se pueden evitar o que no tienen solución. Así, cuando no se puede salir de un asunto, decimos no hay tutía, que equivaldría a no hay nada que hacer. Teniendo en cuenta su origen, Tutía debería escribirse, por tanto, junto. Sin embargo, el diccionario CLAVE incluye esta expresión en la entrada tía y aboga por su escritura separada sin tener en cuenta su origen.

Anécdota del Sultán

Una sabia y conocida anécdota dice que en una ocasión, un Sultán soñó que había perdido todos los dientes.

Después de despertar, mandó llamar a un Adivino para que interpretara su sueño.

-¡Qué desgracia Mi Señor! -exclamó el Adivino- Cada diente caído representa la pérdida de un pariente de Vuestra Majestad.

¡Qué insolencia! -gritó el Sultán enfurecido- ¿Cómo te atreves a decirme semejante cosa? ¡¡Fuera de aquí!!!

Llamó a su guardia y ordenó que le dieran cien latigazos.

Más tarde ordenó que le trajesen a otro Adivino y le contó lo que había soñado.

Éste, después de escuchar al Sultán con atención, le dijo:

-¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que sobreviviréis a todos vuestros parientes.

El semblante del Sultán se iluminó y con una gran sonrisa…

…ordenó que le dieran cien monedas de oro al segundo Adivino.

Cuando éste salía del palacio, uno de los guardias le dijo admirado:

-¡No es posible!. La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que la del primer Adivino. No entiendo por qué al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro.

-Recuerda bien amigo mío - respondió el segundo Adivino - que todo depende de la forma en que decimos las cosas…. uno de los grandes desafíos de la humanidad es aprender el arte de comunicarse.

Analicemos nuestra capacidad personal de comunicación: ¿Comunicamos? ¿Nos comunicamos? ¿Bien? ¿Qué y a quiénes? ¿Nos dejamos comunicar? ¿Qué y de quiénes? ¿Nos hace bien esa comunicación? Revisemos todos los esquemas de nuestra comunicación.